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La funeraria del futuro

Capítulo 4

Desde los puestos de mando de Parcemasa se trabaja concienzudamente para la supresión de los estigmas que arrastra el sector, en pos de una modernización y de dar un giro de 180 grados a los servicios funerarios. Federico Souviron se encarga desde 2012 de estas tareas desde la gerencia del cementerio. Él es licenciado en derecho, y después de trabajar en su despacho de abogados en Málaga, fue diputado nacional del Partido Popular durante 19 años. En 2011, a los 57 años y ya cansado de viajar, se planteó volver a su ciudad y profesión de origen, pero el destino tenía otros planes. Francisco de la Torre, alcalde de Málaga, le pidió que se encargase del cementerio a raíz de unos problemas que surgieron en la empresa, y Federico lo aceptó como un reto.

Quería dedicarse a los servicios sociales cuando se despidiese de la política activa, pero nunca imaginó que acabaría como gerente de un cementerio. “A mí me llena mucho trabajar aquí, porque al final te sientes muy útil, aunque parezca una tontería. Yo he estado 19 años de diputado y la gente te conocía por la calle, te saludaba y tal, pero aquí cuando te ven por la calle no solo te saludan, sino que te agradecen cualquier gesto. Porque aquí la gente está muy tocada, probablemente estén atravesando el peor momento de sus vidas. Y te los encuentras dentro de seis meses y te siguen agradeciendo. Para mí es muy gratificante”, cuenta.

Federico Souviron, gerente del Parque Cementerio de Málaga

Durante su gerencia en la empresa, no solo ha mejorado las instalaciones y ha introducido un nuevo modelo del perfil de enterrador como ejecutivo y gestor, sino que está trabajando en más innovaciones para los servicios que se prestan. “Está siempre eso que se dice de que el cliente no se nos queja, sí que se quejan cuando un trabajo no está bien hecho, porque aquí no trabajamos para el fallecido, trabajamos para la familia, que es la que se queda”, explica Federico.

 

Están trabajando en la elaboración de joyas y figuras elaboradas con impresora 3D que incluyen ADN de la persona. También son pioneros en España con la construcción de un jardín en el que se pueden depositar las cenizas de los difuntos en árboles como si fueran panteones, un proyecto que han diseñado bajo el eslogan “Donde el final se convierte en un bello principio”.

 

En la línea de las redes sociales, cuentan con una aplicación móvil, Pésame Virtual. Los clientes pueden acceder a ella desde el área privada de la web de Parcemasa. Desde ahí, los allegados del fallecido pueden publicar a tiempo real su pésame si por cualquier motivo no pueden asistir al velatorio, mandar fotografías e incluso encargar flores. Innovaciones como esta permiten la evolución hacia un duelo 2.0.

Pero las novedades no acaban ahí, sino que se siguen sacando propuestas que aún están en proceso, como el legado genético, en el que se almacenará una muestra de sangre del difunto en un banco especializado para que los familiares puedan tener acceso a un historial genético. Muy útil sobre todo en casos médicos, por ejemplo para prevenir patologías hereditarias.

Aunque llegara a la gerencia de Parcemasa de pura casualidad y más por un favor político que por otra cosa, Federico Souviron ha sabido encaminar los pasos de su empresa hasta colocarla a la vanguardia del sector funerario, haciendo mucho más sencilla la última despedida de un ser querido.

¿Cuánto cuesta morirse?

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